lunes, 25 de marzo de 2013

Lucha norte-sur en el Sudán – PARTE III: Tras la Independencia

A partir de su independencia el país estuvo regido por gobiernos árabes-musulmanes aunque desde el punto de vista “étnico” la mayoría de la población de Sudán es de origen africano (61%) y sólo un 39% es árabe[1]. Sin embargo, el 70% de la población es musulmana aunque hay una minoría cristiana -iglesia católica, anglicana y protestante- (5%) y numerosas religiones tradicionales/animistas (25%). Estas divisiones étnicas y religiosas están reflejadas en la geografía: árabe-musulmán en el norte y negros cristianos o animistas en el sur. 

Ya desde antes de la independencia se evidenciaba la diferencia entre el sur de Sudán y el norte, más desarrollado y donde se situaba la capital del país. Es más, en 1955 los líderes de la insurrección que daría paso a la Guerra Civil Sudanesa acusaron a Jartum de preocuparse sólo del norte y marginar al sur y a partir de entonces, y hasta 1972, comenzó el conflicto entre el sur y el norte de Sudán. 

El origen de este conflicto también estuvo influido por la presión ejercida por los gobiernos musulmanes del Norte sobre la población del Sur, así como por la competencia por los recursos naturales. A esto se le sumó la inestabilidad política del Gobierno desde la independencia. Se sucedieron varios gobiernos, derrocados una y otra vez por golpes de Estado instaurándose regímenes militares. 

El Sur, que buscaba la emancipación, recibió en 1960 una oferta de autonomía limitada –durante unas conversaciones entre el Gobierno de Jartum y los líderes políticos del Sur- que no sirvió para parar la guerra hasta 1972, cuando el presidente Nimeri (presidente desde el golpe militar que le atribuyó el poder en 1969) negoció un acuerdo que otorgó amplia autonomía al sur, expresado en el Tratado de paz de Addis Abeba (Etiopía). 

Once años después, en 1983 se reanudó el conflicto, esta vez por la instauración de la sharia (ley islámica) en todo el país sin importar la creencia religiosa que se practicara y en un contexto en el que la población estaba empobrecida como consecuencia de las medidas económicas fijadas por el FMI para el pago de su deuda. Esta serie de acontecimientos provocó la ruptura de los acuerdos con el sur, comenzando una nueva guerra o la sucesión de la iniciada en 1955 de los líderes del sur del Frente Popular de Liberación de Sudán (FPLS) por parte de su ejército y el Ejército Popular de Liberación de Sudán (EPLS), liderado por John Garang, contra el Gobierno Central. Esta guerra estuvo agravada además por sequías e inundaciones que devastaron los cultivos a lo que se sumó la hambruna. 

Omar Ahmed Al Bashir, presidente de Sudán desde1989.
Fuente: Guinguinbali
En 1989 tuvo lugar otro golpe de Estado, llevado a cabo por Omar Ahmed Al Bashir, desde entonces presidente de Sudán y quien en 1991 volvió a instaurar la sharia. Omar Al Bashir tiene una orden de arresto internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad, luego ampliada a genocidio por su implicación activa en el conflicto de Darfur. 


[1] SOSA, R., “Sudán, un conflicto sin fin” EN Papeles de cuestiones internacionales, Nº. 86, 2004. Pág.3


Siguiente capítulo: 
PARTE IV: El conflicto de Darfur

lunes, 18 de marzo de 2013

Lucha norte-sur en el Sudán – PARTE II: Volver al pasado para entender el conflicto

Remontamos a la antigüedad, cuando Sudán se denominaba Nubia y estuvo dominada por los faraones egipcios. Más tarde controlaron la región el Imperio Romano y luego el Bizantino y la cristianizaron. Después, los musulmanes de la etnia funj dominaron la zona hasta que, en 1821, Egipto conquistó el territorio. 

El avance del Islam fue impedido por las barreras geográficas, lo que mantuvo el dominio de los ayungara[1] y el patrimonio social y cultural de las diversas etnias que allí habitaban. Además, en la parte sur del Sudán los intentos de colonización de los franceses y los belgas fueron repelidos por las guerrillas de los ayungara y los azandes, aunque en el siglo XIX la llegada de los británicos rompió la independencia de las tribus sursudanesas. También la región de Darfur, por aquel entonces sultanato y autónomo de Sudán, consiguió conservar su independencia hasta bien entrado el período de dominio británico, quienes lo anexionaron al territorio sudanés. 

A mitad del siglo XIX, la expansión de Reino Unido convierte a Sudán en un espacio estratégico para los intereses británicos, de modo que fue arrebatado a los egipcios con la motivación de que se aumentaría el comercio a través del Canal de Suez[2] y con el objetivo de frenar la expansión francesa en el continente africano. 

Reino Unido pasó a compartir Sudán con Egipto en 1880. Tres años más tarde Mahdi Mohamed Ahmed, un líder militar y religioso derrotó a las tropas anglo-egipcias y tomó el control de Jartum creando un Estado islámico independiente en 1885, aunque este fue derribado por las fuerzas británicas en 1898. 

A pesar de formar una sola colonia, el Sudán Anglo-Egipcio fue administrado como dos territorios diferentes, es decir, debido a que en el norte predominaba la población musulmana y se hablaba árabe, en el sur animista se aprovechó para fomentar el uso del inglés. Igualmente, aunque en principio la idea de los ingleses era incorporar el sur de Sudán a Uganda, país que hace frontera con Sudán del Sur, finalmente se decidió unificar con Sudán, a pesar de las protestas del sur. 

 Sudán antes de la independencia de Sudán del Sur.
Fuente: worldpress.org
La tensión entre Egipto y Reino Unido por el control del país aumentó desde la II Guerra Mundial y pocos años después, en la década de los ’50 Sudán se sumó a la ola de independencia, acordándose un referéndum entre Egipto y Reino Unido que marcó la independencia del Sudán el 1 de enero de 1956. A pesar de las diferencias entre ambas regiones, los británicos y egipcios no las tuvieron en consideración y aceptaron dar la independencia al territorio conjunto con capital en Jartum

_____________________________________
[1] Pueblos nilóticos como los dinka, nuer, shilluk y otros entraron por primera vez a Sudán del Sur en algún momento antes del siglo X. Durante el período comprendido entre el siglo XV hasta el siglo XIX, las migraciones tribales, en gran parte de la zona de Bahr al Ghazal (Río de la Gacela), reunieron a estos pueblos en su ubicación actual. El pueblo azande (no nilótico) entró en Sudán del Sur durante el siglo XVI, habitando en el estado más grande de la región. En el siglo XVIII, el pueblo avungara entró y rápidamente impuso su autoridad sobre los azande.
[2] Este canal se abrió en el año 1869.

Siguiente capítulo: 
PARTE III: Tras la Independencia

lunes, 11 de marzo de 2013

Lucha norte-sur en el Sudán – PARTE I

Papeleta del referendum en Sudán del Sur 

en enero de 2011 con las opciones de 'Unidad' y 'Secesión'. 
Foto: ACT / Nils Carstensen
El 9 de julio de 2011, tras unas largas e intensas negociaciones, la región sur de Sudán, proclamó oficial y formalmente su independencia con el nombre de República de Sudán del Sur, con capital en la ciudad de Juba y con una ordenación territorial compuesta de 10 estados federales. Más de cuatro millones de sudaneses del Sur acudieron masivamente a las urnas entre el 9 y el 15 de enero de ese mismo año y el resultado de los participantes al referéndum que decidiría seguir formando parte de Sudán del Norte o su independencia dio el resultado de 98,83% a favor de la separación. Así se creó el Estado africano número 54 y miembro número 193 de la ONU. Pero, ¿por qué los sursudaneses querían la independencia? Y, ¿qué está ocurriendo ahora después de la independencia de este nuevo país? 

El conflicto de Sudán Norte-Sur es conocido como el más largo de África. 22 años de guerra marcados por la guerra entre el norte árabe-musulmán y el sur negro-animista y cristiano y por el Conflicto de Darfur, al oeste de Sudán. Y que ahora prosigue con los conflictos entre etnias en el Sur y por otro lado, el petróleo, debido al fronterizo enclave rico en crudo de Heglig. 

Para ir entendiendo bien los conflictos de Sudán (ahora Sudan y Sudán del Sur) vamos a ir explicando estos enfrentamientos conforme a su sucesión en la historia, así como la intervención de la etnia en cada uno de ellos.

Siguiente capítulo:
PARTE II: Volver al pasado para entender el conflicto