lunes, 20 de febrero de 2012

Un país sin Estado: Somalia

Piratería, marineros secuestrados, hambruna, catástrofe humanitaria… son los mensajes  que recibimos a través de los medios de comunicación de Somalia, país situado al este del continente africano en el llamado Cuerno de África. Los asaltos a los barcos pesqueros de los países desarrollados y el secuestro de sus marineros, así como la hambruna que ha asolado el territorio estos últimos seis meses,  a causa de la peor sequía en años y la falta de lluvias, son hechos que han permitido un mayor asomo de Somalia en los medios de masas, recordando la situación de urgencia que requiere este país. Sin embargo, que Somalia ocupe parte de la información de actualidad por sucesos como éstos hace olvidar a la mayor parte de la población mundial los problemas crónicos de este territorio.


Somalia limita con Etiopía y Yibuti, al sur con Kenia, al norte con el golfo de Adén, y al este con el océano Índico Somalia

Somalia es reconocido como un Estado fallido[1], después de obtener la independencia de Italia y Reino Unido el 1 de julio de 1960. La actual República Somalí surgió con la unión de los territorios del Protectorado de la Somalilandia Británica y la Somalia Italiana[2]. La independencia comenzó con el presidente Aden Abdullah Osman Daar, de la Liga de Juventud Somalí, quien fue sustituido por un miembro del mismo partido, Abdirashid Ali Shermarke, en 1967. Sin embargo en 1969 fue asesinado y un golpe militar estableció como presidente a Mohamed Siad Barre, sucediéndose  dos décadas de dictadura bajo un régimen personalista. Hasta primeros de los años 80, Siad Barre obtuvo ayuda económica y militar, primero de la URSS y posteriormente de Estados Unidos, cuando la URSS apoyó a Etiopía, rival de Somalia[3].

La estrategia de Siad Barre para mantener el orden dentro del país fue reprimir a sus opositores, utilizado a su interés las rivalidades entre los clanes del país[4]. Sin embargo, en los años 80 su estrategia se vio mermada cuando el ejército empezó a disgregarse y a adherirse a los diferentes clanes. En 1987 surgió una oposición armada en el norte que en 1990 obtuvo el control de la mayor parte del país. Esto provocó la disolución del Estado. Asimismo, este grupo opositor se dividió en más grupos, entre otros motivos por enemistades entre clanes y etnias, lo que supuso una separación del norte, del sur y de la capital del país, Mogadiscio. Con el gobierno de Barre se dividió uno de los países más homogéneos étni­camente de África.

En 1988 se inició la segunda gran confrontación de Somalia (la primera fue la guerra contra Etiopía) entre el ejército somalí y el Movimiento Nacional Somalí por el control del norte de Somalia (Somalilandia). Un tercer conflicto armado enfrentó a las fuerzas gubernamentales contra un creciente número de movimientos de liberación de base clánica entre 1989 y 1990.

En este contexto se crearon diferentes estados autoproclamados, desfragmentándose de este modo, el territorio somalí. Así pues, al norte se instauró Somalilandia –que obtuvo la independencia de Somalia en 1991-, al noreste Puntlandia –en 1998-, al sur Jubalandia –en 1998-, posteriormente desaparecida, y Galmudug –en 2006-. Actualmente, estos territorios no cuentan con reconocimiento internacional.

En 1991 se produjo un golpe de estado contra el Gobierno de Siad Barre que condujo a un período de anarquía. Se sucedieron varios presidentes hasta el año 2000 cuando se configuró en Arta (Yibuti) el Gobierno Nacional de Transición (GNT). Este gobierno fue sometido a fideicomiso[5] de la ONU, la UA y un estado mediador, EEUU. En la actualidad Somalia está formada por un Gobierno Federal de Transición, presidido por Sheikh Sharif Ahmed desde 2009.

Procesos e iniciativas de paz

Como señala Royo Aspa en su artículo Las sucesivas crisis de Somalia
[6], desde 1991 se han desarrollado alrededor de quince procesos de paz para intentar instaurar una autoridad central en el país, pero diversos elementos han dificultado esta tarea, entre ellos la estructura de la sociedad somalí, dividida en clanes enemistados entre sí por años de desconfianza, heredada de la autocracia represiva de los tiempos de Siad Barre, que se apoyaba en unos u otros clanes para controlar el país. 

Entre las iniciativas de paz más destacadas, cabe señalar los esfuerzos de Naciones Unidas a principios de la década de los noventa, el proceso de Sodere (Etiopía, 1996), el proceso de El Cairo (Egipto, 1997), Bosaso (Somalia, 1998), el proceso de Arta (Yibuti, 2000) y el de Eldoret/Mbagathi (Kenia, 2002-2004).

Piratería, derechos humanos y hambre

Según el Informe del Secretario General de Naciones Unidas sobre Somalia de agosto 2011
[7] , desde abril a agosto disminuyó el número de rehenes y barcos en poder de piratas -de 550 a 448 rehenes y de 26 a 21 buques, según informó la Organización Marítima Internacional-. La piratería frente a la costa de Somalia se ha convertido en una empresa delictiva arraigada, con una zona geográfica de operaciones cada vez mayor, ataques de mayor escala, mayores niveles de violencia y aumento de la cuantía de los rescates. 

En lo referente a los derechos humanos señala que la protección de la población civil sigue siendo un problema importante y que el uso de explosivos en zonas urbanas pobladas y los ataques suicidas de Al-Shabaab (movimiento de resistencia islámica de Somalia, en la actualidad reconocido como una organización terrorista) han causado un gran número de víctimas civiles. Los agentes armados no estatales continúan perpetrando graves violaciones de derechos humanos, llevando a cabo ejecuciones sumarias a civiles asociados con alguna de las partes en el conflicto.

Con respecto a la situación humanitaria, Naciones Unidas considera que ha terminado la hambruna declarada en Somalia en julio del año pasado, gracias a las lluvias registradas de octubre a diciembre. Sin embargo, advierte que la emergencia alimentaria continúa.






[1] Es decir, un país en el que el gobierno no tiene el control real de su territorio ni es considerado legítimo por una parte importante de la población, no ofrece seguridad interna ni servicios públicos especiales a sus ciudadanos, y no tiene el monopolio del uso de la fuerza
[2] La entonces denominada Somalilandia Francesa conseguiría la independencia por separado, convirtiéndose en la actual República de Yibuti.
[3] Somalia ha estado en guerra con Etiopía en varias ocasiones por cuestiones políticas y territoriales. Entre 1960 y 1964 tuvo lugar una disputa fronteriza; entre 1977 y 1978 tuvo lugar la Guerra de Ogaden por el control de la región de Ogaden, parte de la región somalí de Etiopía. Esta guerra acabó con victoria etíope. Las disputas fronterizas por la región de Ogaden datan de 1948. En agosto de 1982 y entre 1998-2000 también tuvieron lugar choques fronterizos. En el año 2006, Etiopía invadió a Somalia provocando una nueva ola de violencia, considerando esta invasión como una intervención en el conflicto interno somalí. Esta guerra finalizó en 2009.
[4] La sociedad somalí es homogénea étnica, religiosa (Islam sunnita) y lingüísticamente (somalí), sin embargo, se divide en clanes y subclanes.
[5] Según la RAE: Disposición por la cual el testador deja su hacienda o parte de ella encomendada a la buena fe de alguien para que, en caso y tiempo determinados, la transmita a otra persona o la invierta del modo que se le señala.
[6] Royo Aspa, J. M., Las sucesivas crisis de Somalia Disponible en: FRIDE, Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior. Comentario, septiembre de 2007, http://www.fride.org/. Recuperado el 19 de febrero de 2012, EN http://escolapau.uab.cat/img/programas/alerta/articulos/07articulo058.pdf
[7] Informe del Secretario General sobre Somalia, [Somalia]: Consejo de Seguridad de la ONU. Informes del Secretario General 2011, S/2011/759, 9 de diciembre de 2011. Recuperado el 20 de febrero de 2012, DE http://www.un.org/spanish/docs/report11/repl11.htm